Tomen el estilo visual de Paul Greengrass (montaje ágil y ritmo frenético, cámara al hombro, textura documental) y mézclenlo con la sátira política del clásico televisivo Yes, Minister. El resultado no es otro que In the Loop, película coral que retrata con un humor implacable y feroz el proceso para legitimar ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas una guerra de dudosas motivaciones, promovida por los espurios intereses de algunos miembros de la Administración norteamericana. ¿Les suena? Por desgracia, demasiado.
En cualquier caso, y desde su mismo título (In the Loop y In the Thick of It son modismos que podrían traducirse como “en el meollo, en el ajo”), In the Loop evidencia su carácter de “versión extendida” de la aclamada sitcom The Thick of It, serie que emplea la técnica del falso documental –popularizada en la ficción televisiva por The Office– para retratar los entresijos cotidianos de la res publica británica. Su creador, Armando Iannucci, en complicidad con sus guionistas habituales y algunos miembros del cast, dirige con pulso firme las riendas de este spin-off cinematográfico.
Sin hacer alusiones concretas a ningún conflicto bélico o diplomático real, y sin acreditar a sus informadores, los responsables del filme cuentan con los testimonios –e incluso con los cameos– de trabajadores de la Administración británica y estadounidense. De ahí que el componente de hiperrealismo y absurdidad de la cinta devenga todavía más perturbador y haga de In the loop una ejemplar obra de humor negro, en la estirpe de otras grandes parodias políticas del séptimo arte, veáse Teléfono rojo, ¿volamos hacia Moscú? o Un, dos, tres. Su realizador y co-guionista emplea la hipérbole irónica, los juegos dialécticos, el slastic, la confusión vodevilesca, la burla cultural y, en definitiva, cualquier recurso cómico a su disposición para, entre carcajada y carcajada, sacudir a los espectadores con la conciencia de la mediocridad, la estupidez, la incompetencia, la mezquindad y la irresponsabilidad de las personas que dirigen el destino del mundo y que, en consecuencia, determinan la vida o la muerte de millones de seres humanos: reír por no llorar. Los políticos, los funcionarios, los asesores y, en general, las personas asociadas a los círculos de poder de los Estados Unidos y la Gran Bretaña desfilan a lo largo de la película bajo un prisma nada halagüeño, prisioneros de su egoísmo, su obcecación o su debilidad.
En este sentido, resulta encomiable la labor actoral, con un elenco que, durante el rodaje, no sólo interpretó con convicción un texto magnífico (premiado, por cierto, en la última edición de los British Independent Film Awards), sino que también, alentado por los responsables de la cinta, improvisó algunos de los mordaces comentarios que aderezan el largometraje. Junto a rostros populares como James Gandolfini o Steve Coogan (cuya fama se inició, precisamente, con su trabajo para Iannucci en la serie I’m Alan Partridge), hay que destacar la interpretación del siempre solvente Tom Hollander en el papel del pusilánime ministro Simon Foster, quien, sin quererlo, desata una tempestad mediática –al insinuar que tal vez el Reino Unido apoye la intervención armada estadounidense– y, sobre todo, a un impagable Peter Capaldi como Malcolm Tucker, el volcánico jefe de prensa del gobierno británico, que intenta subsanar la metedura de pata de Foster con grandes dosis de manipulación, intimidación psicológica y mala baba.
In the Loop es la comedia que necesita, o se merece, un año marcado la crisis y el desánimo colectivo en Occidente, y por las guerras hostigadas por éste en países como Irak o Afganistán. Divertida, lúcida e inteligente, sus poco más de cien minutos se deslizan de forma imperceptible y amena desde la hilaridad hasta la amargura, que eclosiona sin dramatismos ni reflexiones de enjundia, pero meridianamente, en la parte final del metraje. Y nos recuerda que de aquellos polvos vinieron estos lodos…
Quisiera ver «In the loop», creo que tiene grandes actores con gran trayectoria, pero en especial porque Armando Iannucci escribió el guión de esta Comedia, el mismo que dirige la serie Veep de HBO. Además he leído que es de las mejores películas.